El legislador dicta la norma de Derecho con un sentido abstracto, a fin de que ella pueda regular las relaciones entre los individuos y hacer posible la convivencia social. La norma legal sirve para resolver las diferencias en la apreciación de los respectivos derechos y para restablecer el derecho violado. La aplicación de la norma abstracta al caso concreto, constituye la función judicial.
Ahora bien, tal aplicación o, como dicen algunos autores, la subsunción del caso a la norma, ofrece frecuentemente muy serias dificultades, tanto en el orden del Derecho civil como en el del Derecho penal, bien porque ciertos matices del hecho enjuiciado le hagan susceptible de interpretación respecto a la exacta aplicabilidad de la norma, bien porque el legislador no haya previsto el caso, dando lugar a las lagunas en el Derecho.
FUENTE: ENCICLOPEDIA JURÍDICA OMEBA, TOMO I, A, EDITORIAL BIBLOGRÁFICA ARGENTINA